Servicios Arco Psicología Sevilla
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Ascensión Ramírez
Arco Psicología es mi proyecto profesional que nace en el año 2000 con el deseo de estar al lado del ser humano que requiere mi presencia en procesos que difícilmente puede compartir con otros. Acompaso con respeto y sin juicio, escucho, siento a la vez que el cliente y le muestro modelos de afrontamiento a veces suyos y que no los ve o nuevos que conozco y sé que funcionan. Ayudo a explorar aspectos de uno mismo y que son curiosos hallazgos llenos de esperanza. Conduzco a la nueva visión de un horizonte más amplio y lleno de motivos de vida.
Como psicóloga que practica la psicoterapia facilito una relación especial, un vínculo con mi cliente dentro del ámbito psicológico que busca habilitar o rehabilitar a la persona a su estado de equilibrio, a su centro. La Psicología es una ciencia amplia pero, en este entorno terapéutico, trato cuestiones humanas desde varias orientaciones como son la terapia de conducta, la psicoterapia de tiempo limitado y dentro de ésta la terapia de interacción recíproca. Además, uso técnicas como la hipnosis clínica, el movimiento físico, el psicodrama y la bioenergética. Me gusta incorporar el cuerpo a la psicoterapia, tengo una visión global del ser humano en todas sus partes, física, mental, emocional, sentimental, espiritual, energética, y sé que el trabajo psicoterapéutico corporal adquiere hoy en día gran importancia en los últimos avances de las nuevas psicologías de Tercera Generación y las basadas en la Evidencia. Desde el cuerpo accedemos a las emociones, a los traumas, a los bloqueos, a las tensiones, y también a la liberación. Mi formación y experiencia personal en educación física, en danza y en el Método Pilates y, recientemente, mi formación como Analista Bioenergética, me permite aunar la parte corporal y la psicosomática a la psicológica. La integración basada en la escucha continuada del paciente y la terapia exclusiva que surge de este modo, es una creación única en cada sesión. El que se permite así ser tratado, inventa nuevas posibilidades de adaptación a su vida acompañado por mi guía experta.
Presentación Ramón Jiménez
Mi nombre es Ramón Jiménez y soy licenciado en psicología y Máster en Terapia de Conducta. Empecé mi trayectoria en el mundo de la psicología por mi gran interés por la neurociencia y los avances que se han conseguido en el estudio del cerebro humano. Me ha llamado la atención, sobre todo, cómo el pensamiento consciente o inconsciente nos influye grandemente en nuestra forma de existir y comprender nuestro ambiente. Aunque todavía nos queda mucho por descubrir en la funcionalidad de nuestro sistema central emocional, tenemos ya mucho conocimiento para poder intervenir y resolver una mejor adaptación a la vida de las personas. Después de trabajar con la hipnosis clínica, en concreto en el alivio del dolor, en aplicación de terapia cognitivo conductual, me surge esta nueva forma de aplicar la terapia.
En la actualidad, la investigación está demostrando que las nuevas tecnologías pueden resultar de gran utilidad en distintos tratamientos psicológicos como por ejemplo las fobias. Es una buena opción para acercar la psicoterapia a nuevos usuarios nativos digitales.
El campo de la psicoterapia que quiero ofrecerte es la Realidad Virtual y la Realidad Aumentada. La Realidad Virtual es una nueva tecnología que se sitúa entre la psicoterapia convencional verbal y el mundo real, es decir es una recreación de una realidad determinada. La experiencia virtual es capaz de generar en la persona las mismas reacciones y emociones que las que experimenta en una situación amenazante o temida. La realidad virtual es crear un escenario. La Realidad Aumentada, por otro lado, consiste en la introducción de elementos virtuales en el mundo real. Es decir, en un escenario real se introducen elementos virtuales para aumentar el impacto emocional afectivo.
Mi objetivo es, principalmente, promover el bienestar de la salud, potenciar los recursos personales, reducir el estrés y la ansiedad.
La mayoría de los estudios avalan estas nuevas tecnologías y aquí puedo ofrecértelas en la consulta. Se usan sobre todo para tratar la ansiedad que aparece en las fobias específicas (animales, conducir, hablar en público, tormentas, etc…), la fobia social, los pánicos y angustias, y el trastorno por estrés post-traumático (considerado como una incapacidad de resolver espontáneamente el estrés agudo producido en un acontecimiento terrible que hace sentir peligro de muerte propia o de los demás). En estos casos la Realidad Virtual se ha mostrado como una técnica más efectiva que desarrollar en imaginación la situación para trabajar la superación de lo ocurrido, e igual de eficaz que la exposición in situ del acontecimiento. También se está empezando a obtener resultados muy positivos para el tratamiento de trastornos tan dispares como los trastornos alimentarios, las adicciones o incluso las disfunciones sexuales.
Presentación Esperanza Dugo Sánchez
Soy Esperanza Dugo Sánchez, Psicóloga y Psicoterapeuta, habilitada sanitaria, colegiada AN-04709, especializada en Terapia EMDR, GESTALT (SAT, Psicoterapia integrativa, formación realizada en la Fundación Claudio Naranjo), PNL y Configuraciones Familiares, (enfoque de Bert Hellingger), actualmente en formación en psicodrama transpersonal, miembro de la asociación EMDR DE ESPAÑA.
Mi enfoque como psicoterapeuta se traduce desde un enfoque integral y ecléctico, considero importantes tanto los componentes físico conductual, mental, emocional y espiritual.
Me inclino a una visión positiva de las demandas de los clientes y pongo la atención en los recursos, capacidades y potencialidades con los que cuenta cada persona.
Las estrategias terapéuticas con las que me identifico y suelo utilizar con las personas que me llegan son procedentes de abordajes metodológicos en las que soy especialista, tales como: EMDR, Terapia Humanista Gestalt, Psicología Integrativa (Eneagrama), PNL, Y Psicoterapia con Constelaciones Familiares, hoy denominada Configuraciones familiares.
El método EMDR (Desensibilización y reprocesamiento por medio de movimientos oculares), descubierto por Francine Shapiro a finales de los años 80, es especialmente efectivo y eficaz en el tratamiento del estrés post-traumático del tratamiento psicoterapéutico y reparación de experiencias pasadas, además de otras patologías o trastornos psicológicos.
EMDR desarrolla un enfoque integral, ya que, presta atención tanto a las imágenes como a las creencias, al cuerpo, a una mayor consciencia y a la relación interpersonal. Consiste en estimular ambos hemisferios cerebrales facilitando y posibilitando el reprocesamiento, para recolocar y digerir experiencias dolorosas y traumáticas que ocurrieron. A veces, ciertas dificultades, como en determinados trastornos de ansiedad, de las que no encontramos causa, tienen su origen en determinadas experiencias vividas y olvidadas o no relacionadas con dichos síntomas. A pesar de que el pasado no se pueda cambiar, si se puede transformar. Las experiencias dolorosas o traumáticas al igual que las afecciones físicas o heridas, se pueden limpiar y sanar , integrando los aprendizajes y liberando lo que ya no nos aporta, como cuando sólo queda una cicatriz la cual ya no nos duele , o incluso llegándose a borrar. Al igual que evitamos una herida infectada en el cuerpo, tampoco tenemos necesidad de hacerlo con las heridas emocionales. Este hecho es posible y esperanzador y está constatado en la experiencia clínica en los múltiples casos clínicos que se trabajan y tratan con EMDR.
En las configuraciones familiares podemos darnos cuenta y liberarnos de experiencias o conflictos que dependen del cumplimiento de los llamados “órdenes del amor” que a modo de leyes conviene que respetemos en un campo sistémico como puede ser la familia. De manera inconsciente, podemos obviar dichas leyes, pudiendo afectarnos en los distintos ámbitos de nuestra vida, ya sea en lo profesional, en la abundancia, en las relaciones, en la salud…, manifestadas en distintos áreas o conflictos expresados y repetidos.
Dicho abordaje puede ser complementario con la metodología EMDR, GESTALT, etc., y de este modo integrar estrategias en los distintos momentos del trabajo psicoterapéutico según se requiera.
Entiendo que no se puede extraer, que van unidos, el proceso terapéutico de una persona y su propio proyecto vital, normalmente hay una estrecha relación existente entre las memorias conflictivas, traumáticas, etc., que se guardan e influyen en su proceso de crecimiento o evolución personal y espiritual. Prefiero combinar conjuntamente la dimensión psicoterapéutica con herramientas como la meditación y la vivencia en el aquí y el ahora, que favorecen el mejor sustrato para los objetivos planteados.
Comprendo el espacio terapéutico, incluso en su dimensión física como un lugar seguro donde la persona puede expresar sus emociones, sintiéndose aceptada y en el que poder experienciar sin miedo al ridículo, a dar una imagen no deseada, etc., reconstruyendo así la propia confianza. Se trata de un sitio donde la persona puede comenzar a atreverse, a manifestarse de una manera abierta, escuchando su cuerpo, además de sus sentimientos desde la toma de consciencia, y abandonar el automatismo.
Para mí es importante el acompañamiento del paciente, favoreciendo la construcción de un vínculo único de apoyo y cercanía que le irá ayudando a ir reconstruyendo su ser completo, mejorando su autoconcepto y superando las experiencias traumáticas.
Desde estos abordajes trato a personas con sintomatología o conflictos tales como: trastorno de ansiedad, de pánico, fobias y miedos, insomnio, trastornos alimentarios, dificultades en el desenvolvimiento social, situaciones de duelo por la pérdida de familiares, cambios vitales bruscos o difíciles de afrontar, traspaso de un ciclo de la vida a otro, es decir periodos de transición o adaptación a situaciones nuevas o conflictivas en la familia, el trabajo, etc.