Violencia filio-parental = violencia de hijos a padres. Terapia familiar contra la violencia en el hogar.
La violencia de hijos a padres y madres es un problema creciente y que está causando alarma en la actualidad. Las consecuencias de esta situación son nefastas para la salud y las relaciones en el seno de la familia, así como para el desarrollo del menor o joven que presenta estos comportamientos. En los últimos años ha habido un aumento considerable de denuncias e imposición de medidas judiciales a menores por estos motivos, en casos donde la situación se ha vuelto incontrolable.
Diversos autores de reconocido prestigio han teorizado acerca de la génesis de estas conductas (Ullman y Strauss, Garrido, Patterson, etc.), coincidiendo en numerosas características de los menores y las relaciones familiares que pueden explicar la violencia ascendente (testigos o víctimas de violencia, rasgos de personalidad narcisista, déficit en el control de impulsos, padecimiento de un trastorno mental, confusión de roles en el ámbito familiar, etc.).
En nuestra experiencia tras numerosos años interviniendo con menores en el ámbito de la Reforma Juvenil, hemos observado que si bien los menores que presentan violencia ascendente comparten características comunes entre sí, la complejidad de la conducta, y sus distintas explicaciones, requieren estrategias de intervención individualizadas para cada menor y familia.
Ante la inexistencia de programas específicos que trabajen sobre esta problemática, y bajo el amparo de diversos estudios y años de trabajo propios donde hemos corroborado la eficacia de distintas estrategias para la erradicación de estas conductas, surge el Programa de Intervención en Violencia filio-parental.
Este Programa está centrado en la intervención sobre las conductas agresivas y/o violentas presentadas en menores y jóvenes, especialmente las que se producen en el seno de la familia.
El objetivo del mismo es establecer o restablecer una dinámica de relaciones positivas en el seno de la familia, así como potenciar un desarrollo armónico del menor o joven que presente este tipo de conductas desajustadas.
Para la consecución del objetivo, trabajamos con la menor multitud de estrategias que le proporcionen unas habilidades de relación, comunicación y resolución de conflictos no violentos, así como el mantenimiento o restablecimiento de los vínculos afectivos, deteriorados en estos procesos, con los adultos de referencia.
Asimismo, entendemos que parte de la solución a este problema está en cambios en la dinámica de las relaciones familiares y ahí el trabajo con las madres, padres o adultos de referencia se antoja imprescindible. Este trabajo consiste en devolver la autoridad a los padres mediante un nuevo modo de actuar y responder ante los comportamientos negativos de sus hijos, que les ayudará a retomar el control de la situación en el hogar y con ello propiciar unas relaciones más saludables.