La hipnosis en el tratamiento del dolor
El dolor viene sin esfuerzo, y lo natural es desear que también se vaya sin esfuerzo. Lo bueno es que, cuando llega el momento de la inducción al trance, el cambio ocurre sin esfuerzo.
El dolor contiene un componente sensorio y otro emocional. Estos dos componentes están entrelazados en la experiencia del dolor. Una de las claves para aliviar el dolor es separar lo sensorio o físico de los componentes mentales y emocionales de la experiencia.
El dolor es una experiencia compleja que viene determinada principalmente por lo que ocurre en el sistema nervioso central y no por la estimulación de los nervios sensorios periféricos.
El dolor crónico es mantenido, al menos parcialmente, por una excitabilidad anormal de las fibras nerviosas que envían mensajes de dolor al cerebro y por una falta de mecanismos cerebrales eficaces para amortiguar la trasmisión de dichos mensajes. Consecuentemente, un estímulo doloroso de baja intensidad, e incluso un estímulo no doloroso, puede provocar dolor o agravarlo. Esto es el síndrome de amplificación del dolor.
El síndrome de amplificación del dolor responde muy bien a la hipnosis cuando la persona afectada responde a ésta positivamente. La hipnosis funciona a varios niveles simultáneamente. Influye en la respuesta cognitivas de la persona (creencias, aptitudes y procesos de pensamiento), en sus respuestas afectivas, emocionales y motivacionales.
Aspectos importantes del uso de la hipnosis para reducir el dolor:
-Relajación profunda; la experiencia de relajación profunda es opuesta a la experiencia dolorosa, en el momento que consigamos estar relajados podemos reducir el dolor.
-Evitar el pensamiento catastrófico; cambiar tu manera de pensar respecto al dolor y tu forma de afrontarlo para colocar las cosas en su justa perspectiva y hacer que la adversidad juegue a tu favor.
-Dirección; haciéndote cargo de tu vida empleando una serie de estrategias cognitivas y conductuales que te ayuden a adquirir el control de tu experiencia.
-Distracción; reorienta la atención alejándola del dolor.
-Distorsión; emplea la imaginación para alterar y transformar la experiencia de las sensaciones del dolor.
-Disociación; tomar distancia, desapegarse o desconectarse del dolor de modo que ya no lo sientas.
Ramón Jiménez Rubio. Psicólogo General Sanitario, Master en Terapia de Conducta.
Bibliografia:
Dr. Bruce N. Eimer. Autohipnosis contra el dolor, Arkano Books, 2003